Dentro de la comunicación es esencial saber dar Feedback.

Este es un término que emplean los anglosajones, que equivale en castellano a “retroalimentación”.

La gente piensa que la crítica siempre es negativa, pero no es así, pues, la verdadera crítica supone el genuino deseo de ayudar con la finalidad de que las personas se desarrollen y superen, e implica la voluntad de comprender, de cuidar y de inspirar para mejorar, evaluando lo que puede haber de bueno o no tan bueno en una actuación.

Lo que se aparte de esta sana intención no es crítica, es detracción y vil despellejamiento con la intención de dañar.

Criticar supone discernir, juzgar, valorar y evaluar con sinceridad el desempeño de una persona, ya sea en el ejercicio de una función, el desarrollo de un proyecto, la propuesta de una idea, el seguimiento de una tarea o en otros aspectos. No necesariamente implica juzgar algo que está mal hecho sino también el reconocer un comportamiento adecuado y positivo para motivar a repetirlo.
La crítica se hace por amor. Así, por ejemplo, el que se le profesa a un hijo. Entraña saber mirar apreciativamente, valorar y reconocer si esto último fuese necesario para la mejor de las realizaciones en el proyecto de vida.

Cuando se hace crítica hay que esforzarse en cuidar la relación, lo cual no es fácil, puesto que hay que saber escoger muy bien:

  • Qué se dice y cómo se dice
    Hay que ser cortés y no ser rudos.
    Se deben emplear un lenguaje adecuado, no utilizando palabras soeces, vulgares o que denoten violencia y agresividad.
    Hay que cuidar el lenguaje corporal, gestos, expresiones faciales y posturas.
    Igualmente, el tono de voz debe ser el adecuado.
    Un tono hiriente, que denote agresividad o maligna ironía, puede provocar la hiperactivación del cerebro límbico del receptor, ocasionando se segreguen exceso de los neurotransmisores cortisol, adrenalina y noradrenalina, y que se active la respuesta defensiva de lucha-huida.
  • El momento en qué hacerla
    Por ejemplo, aprovechar estados de ánimos tranquilos. Después de que hayan pasado “calenturas”.
  • Dónde hacerla
    En muchas ocasiones no resulta conveniente hacerla en presencia de otras personas, ya que el recipiendario de la crítica pudiera llegar a sentirse avergonzado, abochornado o humillado, por entender que pudiera estar sometida al escarnio y a la chismografía.
  • Hacerla con frecuencia. No esporádicamente
    El seguimiento a una tarea debe ser constante, frecuente. De ser posible, diariamente.
    Según una investigación llevada a cabo por Rath y Harter en 2010, no dar Feedback oportuna y regularmente, en comparación con hacerlo negativamente, afecta en un mayor porcentaje a la falta del compromiso de la gente.
    Así, un 40% frente a un 22%.
    El Feedback Negativo no es conveniente, pues se centra en las debilidades.
  • Cuidarse de aquellos preconceptos, puntos de vista previos o creencias que pueden darnos una visión prejuiciada y sesgada
    Derivadas de propias experiencias o de influencias externas como el chisme encizañador, es propio de “correveidiles” o “envidiosos” que entrampan a incautos con sus cuentos o que generan patrañas para manipular y utilizar como instrumentos- a otras personas.
    El chismoso, bajo la presunción de que será creído a pie juntillas y con el objeto de hacer daño a otros, muchas veces utiliza a algunos “jefes” que lo escuchan y caen en sus trampas, convirtiéndose en instrumentos útiles del encizañador.
  • Centrarse e en los hechos y nunca en la persona
    Debe ser estrictamente objetiva.
  • Que se refiera a puntos específicos, concretos
    Puntualizando y delimitando con precisión lo que está bien y lo que está mal, sin irse por las ramas.
  • Empezar siempre reconociendo algo positivo en lo que se critica.
    Y, si todo fuese positivo, alentar a una mayor superación.
  • No utilizar el cinismo, la ironía o la burla
    Estas son formas de menosprecio poco amigables. Causan enojo, incitan a la violencia y suelen provocar resentimiento.
  • Procurar que sea comprendida a cabalidad por el que la recibe
    Siempre se debe preguntar a quien recibe la crítica, si la ha entendido con exactitud y en toda la extensión de su contenido y alcance; indagando, sobre todo, lo que el receptor piensa que puede hacer para mejorar el comportamiento criticado.
  • Orientar al que la recibe
    Se debe especificar claramente sobre cómo debe ser la actuación del receptor en el futuro acerca del punto criticado, e indicarle cuáles pueden ser las consecuencias de un comportamiento indeseado.
  • Como una oportunidad para mejorar
    Si uno es autoconsciente, la crítica es una magnífica oportunidad para cambiar y mejorar.
    Siempre se debe solicitar la crítica a aquellas personas que sabemos nos aprecian, que desean nuestro bien y que no tienen pelos en la lengua para decirnos lo que piensan sobre nuestros comportamientos.
    A veces, nuestra visión es la de “túnel”, o con “anteojeras”. La forma en que ven las cosas otras personas nos puede ayudar mucho.
    La “Ventana de Johari” es una herramienta de la psicología cognitiva creada por los psicólogos Joseph Luft y Harrington Ingham, la cual parte del principio que hay cosas que los demás conocen de mí, que yo no percibo o desconozco (mi área ciega); si bien hay cosas que yo conozco de mí, que los demás desconocen (área ciega de los demás).
  • Con mucha calma y tranquilidad
    La crítica no es sinónimo de fracaso.
  • Sin complejos de culpa
    Asumiendo que todos cometemos errores. Somos perfectibles, no perfectos.
  • Sin excusas
    No ampararse el abrigo de motivos triviales, lo que es pueril.
  • Sin impulsividad
    Con calma, tranquilidad y profunda reflexión.
  • Sin ideas preconcebidas, prepotencia o soberbia
    Con la humildad del aprendiz. Somos eternos aprendices.
  • Cuidando el lenguaje hablado y la gestualidad corporal y facial en las respuestas
    Que no se traduzcan en hostilidad o violencia desafiante.
  • Con agradecimiento
    Siempre y cuando la crítica haya sido hecha con buena intención. Si no la hubo, y el motivo de quien hace la crítica fue el de dañar, rechazar o desprestigiar, la mejor respuesta es la calma, la imperturbabilidad.
    No hay que tratar de explicar lo inexplicable, buscarle los pelos al gato.
    Hay que agradecer a la vida que nos haya dado la oportunidad de conocer a un ser al que debemos ayudar a que mejore, pues debe haber algo acumulado en su mente que lo debe estar haciendo sufrir mucho.

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